La luz como transmisor de conceptos, volúmenes y sensaciones, conductor del color,es moldeable y se deja querer. Al coquetear con la luz el fotógrafo vibra y se funde en un todo técnico/creativo que adquiere virtuosismo cuando enfatiza los acentos luminosos cual composición musical hallando paz en las sombras y respuestas miméticas en los reflejos. A menudo me sorprendo hablándole al más simple reflector o sonriendo cuando cristalizo mi sueño inicial en una realidad hoy ya digital.
Amando la luz aprecias sus virtudes y aprendes a valorarlas por sus múltiples peculiaridades, aprendes a medirlas de forma cuantitativa pero también cualitativa. Amar la luz como a una bella dama requiere tratarla en un mágico tuteo en la más intima solitud.
En los primeros escarceos el fotógrafo suele lanzarse utilizando varias fuentes de luz a la vez siendo infiel a su primer amor y repartiendo emociones sombras y resultados que se funden entre ellos enmascarando la realidad. Será más tarde cuando al simplificar el modelo empleado descubrimos la gran verdad que nos revela la iluminación heredada de la luz solar, una sola luz una sola dirección de las sombras. Trabajar con luz solar es realmente espectacular si se conocen sus inmensas posibilidades, estudiando su ciclo, recreándose en los matices que minuto a minuto cambian su aspecto observaremos como el entorno se envuelve de la magia del color y sus inacabables tonalidades cromáticas y los relieves en constante movimiento.
Tomarle la temperatura a la luz es la mejor forma de comprender una de sus constantes que pueden alterarse y por lo tanto modificarse según sea nuestro propósito; respetar o alterar la realidad. En la fotografía digital nada más sencillo pero también puede crear un mal hábito para conseguir imágenes que huyen de la realidad falseando su aspecto derivándole a un universo cromático a menudo increíble.Indispensable para una lectura correcta de esta temperatura es la utilización de una carta de grises o blancos para recoger una muestra de lo que vamos a denominarbalance de blancos que valorará de forma cuantitativa en grados K. Kelvin las desviaciones de color sobre el patrón genérico y que será el resultado del momento horario y situación de la toma dando un dato fiel para valorar la luz de forma cualitativa.
La fotometría de precisión amplia las posibilidades de medición a limites insospechados, las escalas se dividen.. los ceros son absolutos. Aquí es donde el fotógrafo exprime todo su saber y su grado de auto exigencia debe ser proporcional a los requerimientos de cada fotografía.
En este nuevo tuteo con la luz es cuando la medida cuantitativa toma su protagonismo. Promediada, puntual, central….nos ayudarán a precisar nuestra área de valoración pero, mucho más nuestro criterio en cuanto a escoger sobre si hacerlo sobre la luz incidente o la luz reflejada. Este concepto tratado de forma sutil por muchos fotógrafos es realmente el que más marcará la diferencia entre un antes y un después en la medición de la luz.
El fotógrafo toma la decisión sin dejar en manos de automatismos el resultado, consiguiendo con ello un alto grado de control sobre altas luces y valoración tonal de las sombras intermedias, que suavizará o enfatizará con pantallas reflectoras de distinto acabado modificando no tan sólo la fórmula cuantitativa si no a la vez la cualitativa.
En los reflectores apreciaremos sus virtudes de suavizar la luz rebotada según sea su superficie y o a su vez la intensidad en grados K. este factor establece el primer eslabón en el trabajo con luz natural sin la adicción de otros tipos de luz artificiales, sean continuos o de flash. Aunque son compatibles para su uso simultáneo.En cuanto a utilización de luz artificial en exteriores deberán contemplarse varias opciones.Luz continua, con corrección de color o flash sin corrección ( el flash tiene la misma temperatura que la luz solar). Bajo mi punto de vista personal prefiero la utilización de pantallas reflectoras por su naturalidad, pero no huyo del huso del flash ya que permite un control total mediante la sub exposición y las inmensas posibilidades de control remoto para dominar varias unidades a la vez.
En interiores. Siempre deberemos preguntarnos si deseamos mantenernos fieles a la iluminación propia o queremos modificarla. En arquitectura e interiorismo lo correcto sería no modificar en absoluto la temperatura de la luz existente o simplemente filtrar los excesos en los contrastes manteniendo los criterios existentes.
El uso del termocolorímetro puede agilizar nuestra labor de filtrado para subsanar deficiencias. En la fotografía analógica sólo podíamos utilizar películas calibradas paraluz artificial y filtros correctores. Hoy día solamente con balances de blanco correctos encontramos la solución.Es conveniente utilizar el ISO más conveniente para obtener un ratio de color lo más cercano a lo que perciben nuestros ojos.
En el estudio prefiero el uso del flash a la luz continua por su rapidez, por menor consumo y por la calor que desprenden. En mi estudio suelo utilizar distintos sistemas de flash según sea el tipo de trabajo. Grandes generadores que pueden alimentar a varias unidades de forma simétrica o asimétrica con una potencia de 4000 wts. Cabezales congenerador incorporado con potencias que oscilan de 400 a 1200wts y unidades específicas para retro proyección o proyección con lentes para efectos concentrados. Un equipo de flash de alta velocidad con tres unidades sincronizadas para trabajos especificos que no nos permiten los grandes por su sincronización más lenta.
A todos ellos a los cuales me he referido por su potencia y velocidad les podemos vestir según sea su cometido. Para ello conos reflectores de distinto diámetro, apertura y acabado para optimizar la cualidad de nuestra luz y asimismo cajas de luz y paraguasdifusores de gran tamaño para conseguir efecto ventana o softh con la máxima calidad en toda su superficie.
Cada elemento lleva su propia protección o aleta cortaflujo para controlar los contraluces o rebotes indeseados, asimismo los snoots , spots o concentradores pueden utilizar opcionalmente rejillas a forma de nido de abejas para polarizar el flujo de luz reduciendo así sombras incoherentes. También la luz fría ha irrumpido en nuestro trabajo de estudio que hemos incorporado para gestionar algunos temas específicos que nos permiten largas exposiciones. La iluminación por léds no me atrae excesivamente por su particular calidad i exceso de brillantez.
Dos Estrellas Michelín han confiado en INOUT/PHOTO.

Segundo premio VITORIA GASTEIZ
Cocinar la luz requiere amarla y dejarse seducir. A menudo es soñar .